Los partidos no han aprendido que deben apoyar sus políticas en las amplias multitudes. Que ahí está el meollo del asunto. Pues no se trata de tener sino de ser, es decir, de ser partidos que cuenten con un pueblo consciente y participativo. El pueblo necesita dejar de depender de “políticos” que terminan por encaramarse en el poder y el dinero. Es necesario comprender que la participación popular es crecer juntos dentro de la espiral dialéctica de la historia y eso significa depender menos de los “políticos” y más del pueblo en las decisiones públicas.
El dirigente que no acepta esto, es un enemigo del avance popular, es un psicópata que quiere ser siempre el héroe que sustituye al pueblo, no ha comprendido que no se trata de suplantarlo, sino de diluirse en él sin dejar de ser vanguardia. La sustitución popular siempre será riesgosa de desembocar en corrupción y en dictadura. De nada sirve al crecimiento espiritual del pueblo realizar grandes obras alejadas de su participación. Eso lo mantiene alejado, apático, subordinado y sin fuerza de voluntad. Así siempre será un esclavo sin libertad.
Hay que saber distinguir lo que es progreso de lo que no es progreso.- Desarrollo no son obras de cemento que no sean de efecto multiplicador económico, social y educativo. Progreso no es que una familia tenga televisión de plasma ó camioneta del año, lo que los hace esclavos de créditos usureros. Recordemos que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita (Diógenes). La verdadera prosperidad es cultura, es comida, es vivienda digna, es salud, es seguridad, es justicia y libertad. Es todo lo que alimenta al cuerpo pero también al espíritu. Y eso se logra con aumento en la producción, buenos ingresos, con un plan cultural humanista, con buenos sistemas de salud pública física y mental, etc.
¡Reflexiona! ¡Las elecciones y los partidos pasarán y la necesidad de organizar la liberación y la defensa de la patria no pasará! Gobiernos vienen y gobiernos van y el plan universal de control financiero mundial sigue su marcha inexorable porque no hay quien lo detenga. Y es un hecho que sólo la organización popular nacional y global podrá contenerla. Por eso se precisa volver nuestros ojos a la historia y organizar la 5ª Internacional, porque la ONU y los otros organismos internacionales solamente están al servicio del nuevo proyecto globalizador que se plantea un nuevo Bretton Woods; el que pretende convertir al globo terráqueo en un tremendo hormiguero humano, donde la libertad e iniciativa individual desaparezcan y nos tornemos en seres programados sin voluntad propia (Skinner). Tal es el sueño de la oligarquía financiera que controla el planeta y que está integrada en grupos como el Bilderberg, la Comisión Trilateral, etc. quienes planean un Nuevo Orden Económico mundial, porque el que existe regido por el Banco Mundial BM y el Fondo Monetario Internacional FMI ya no les sirve. Necesitan uno más eficaz que esté acorde a la nueva era mundializadora; el que les permita controlar mejor al total de la raza humana. Y en esa tarea tienen trabajando, aparte de toda clase de científicos y profesionistas a eugenesistas modernos que están laborando para “mejorar” al género humano; violando la individualidad y la libertad de muchos pueblos. Obama es parte de esos planes de Eugenesia universal. Ese fue uno de los compromisos que adquirió con la banda de banqueros judíos que le financiaron su campaña. (Él es la continuidad de la política imperialista, no nos engañemos). La Eugenesia en manos de los banqueros del universo es el control popular alienante. Todo esto hace que México corra ahora más peligro que nunca, porque ahora los recursos de que disponen esos sátrapas son inusitadamente increíbles, pero no por eso son indestructibles. Y la forma de vulnerarlos es unirnos, partiendo del barrio y el municipio, hasta llegar a conformar una invencible Unidad Popular Nacional y Mundial. El comienzo, en lo que a nosotros respecta, es hacer que Guadalajara, Acapulco, Morelia Zacapu, etc. es decir, cada municipio deje de ser un pueblo en sí y se transforme en un pueblo para sí, eso significa darle una conciencia civil orgánica. Con esto contribuiremos a forjar un mejor futuro inmediato y a salvar a la humanidad del desastre amenazador de la banca mundial. En esta tarea obviamente los partidos no están interesados, ya que a sus líderes sólo les interesan los puestos que generan dinero. Son simuladores, “listos” y pragmáticos por excelencia. Por eso afirmamos que los partidos están muertos.
Movimiento Patriótico de Liberación Nacional y de Defensa de la Patria. 