Organizar a las y a los trabajadores desde sus centros de trabajo es un error. Debido a las circunstancias, lo actual es ir a sus colonias
En la actualidad si vas a la zona industrial de Guadalajara a repartir cualquier clase de propaganda aunque no sea de contenido político y obrerista, inmediatamente llegan los guardias estatales y municipales a detenerte.
Es prácticamente imposible pararte afuera de una fábrica a lanzarles un discurso y volantear, aparte de que los serviles pro-empresariales y los de seguridad detectan a quien reciba la propaganda. Por ese motivo los trabajadores te ven y siguen de largo sin escucharte.
Y si te metes de obrero y empiezas a organizar alguna protesta, luego, luego te llaman a personal y te despiden, sobre todo ahora que existen las contrataciones temporales. Algo que es legal bajo la nueva legislación laboral.
La verdad es que las empresas lograron lo que querían con esas leyes anti-obreras: contratarte hoy y despedirte mañana si se les antoja.
Y en cuanto a los sindicatos poderosos como los del IMSS, PEMEX, Telmex, Sindicatos Universitarios, magisteriales, etc. su lucha ha quedado circunscrita a lo suyo. Sinceramente no existe en su mentalidad desarrollar un movimiento sindicalista que tienda a liberar a la Nación y mucho menos tienen en mente construir un estado obrero. Tampoco van a constituir los soviets ni dada que se les parezca, aunque lo voten en rabiosas asambleas. (No olvidemos que los obreros organizaron los soviets de Ivánovo, San Petersburgo, Moscú etc.).
Sí, en el discurso algunos de sus líderes hablan de lucha de clases, de burguesía, de proletariado, de patriotismo, de anticapitalismo, etc. pero en la práctica sus agremiados son elitistas, indolentes y no le entran a nada. La verdad es que son sólo algunos muy conscientes los que participan en la lucha verdaderamente revolucionaria, patriótica y antiimperialista.
Se da el caso también en que ciertos de sus líderes que tienen un discurso rojo, nunca los vemos en las acciones que no sean las de su gremio. O en actividades concertadas con otros sindicatos.
Pero de salir a la calle a conformar un amplio movimiento social, de eso nada. Si lo hicieran ya habrían tumbado a Peña Nieto .
Hasta hace pocos años el sindicato del magisterio aglutinaba a más de medio millón de sindicados (ahora rebasan el millón). Esto hace que si contara cuando menos con un 1% de profes decididos a insurreccionar el país, ya lo habrían conseguido, pues imaginémonos lo que es ese uno por ciento, es decir, 5 mil maestros en posición de combate contra el capitalismo depredador.
Eso significa un promedio de 200 agitadores por estado y con recursos, pues el sector democrático del sindicato se las arreglaría para que tuvieran goce de sueldo.
Y eso es algo que resulta de caricatura, muchos maestros son muy combativos y socialistas pero cobran en el gobierno. Ya los quisiera ver como al que esto escribe, caminando por las calles de ciudades mochas y retrógradas como León o Guadalajara, exponiéndose a golpes e insultos de gente que ve a los comunistas como vomito de Satanás. Sin dinero, sin sueldo, sin seguridad médica, comiendo de las monedas que dan por nuestra Hoja del Pueblo, cantidad que jamás alcanza para hacer una nueva edición. Y que si sale nuevamente, es porque existen personas solidarias que no dudan en apoyarnos con algo de papel.
Yo lo que veo cuando asisto a su mítines, es que pelean por salarios, prestaciones, plazas, privilegios pues, pero nada más para ellos. Y escuetamente plantean alguna demanda que beneficie a los niños.
Nos involucran en sus tomas de carreteras, calles y plazas, haciéndonos huelguistas a la fuerza, pero no nos dejan intervenir en sus decisiones. Eso es algo completamente injusto. La ciudadanía y sobre todo los padres, abuelos y/o tutores de los educandos tenemos, exigimos el derecho de participar en sus asambleas con los mismos derechos, ya que somos desde el momento que cierran las escuelas y entorpecen nuestras actividades, parte de su movimiento. (Hace tiempo permitieron la intervención de los padres de familia, pero pronto recularon en esa medida).
Y muy combativos pero no plantean nada para detener los secuestros infantiles, ni hablan del cooperativismo. No proponen nada para combatir la inseguridad pública ni se comprometen a ser parte de un plan de seguridad civil. No convocan al pueblo para exigir que el precio de la gasolina y del gas de consumo popular baje de precio. No plantean nada para liquidar el consumo de alcohol ni las otras drogas ilegales, será porque entre muchos de ellos prolifera la drogadicción del alcohol. No tienen propuesta sobre cómo liberar a la ciencia y a la tecnología. No hay propuesta para rescatar a la patria de las intenciones anexionistas que se perfilan con el ASPAN. No proponen nada para frenar a los financieros y usureros ni para ajustarle cuentas a los delincuentes del Fobaproa. No hay nada acerca del respeto irrestricto al 5º constitucional. No hay nada para combatir los problemas de salud física y mental de la población. No hay nada para defender nuestra soberanía. No hay propuesta sobre cómo combatir los abusos policiacos y sobre el papel anticonstitucional que está desempeñando del ejército. Qué plantean sobre la República y el Estado. Sobre El Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Sobre el Federalismo y el Municipio. Sobre el desarrollo Urbano. Ecología. Agua. Vivienda. Infraestructura. Obra Civil y Desastres Naturales, Comunicaciones, Caminos y Transportes… Cero, no tiene nada, pero si nos involucran en sus plantones. Quieren el apoyo popular pero ellos no apoyan al pueblo, no tienen propuesta para el pueblo.
Hace tiempo celebramos en Zacapu la jornada contra Calderón y en apoyo al SME y convoco el sindicato de los maestros. El caso es que nada más asistieron unos 30, siendo que en esa región escolar es posible que haya más de mil profesoras y profesores. Simplemente les vale, ellos están ocupados en pelear más plazas, conseguir más horas, en pagar la letra de su carro, etc. Y estoy hablando de una de las secciones sindicales del magisterio más combativas del país, así que ya se podrán imaginar lo elitistas que son los mítines de los trabajadores del IMSS o de la SSA en Guadalajara.
Lo que pasa es que en esos sindicatos existe una actitud gremialista, son personas que sienten que pertenecen a otro mundo por la labor que desempeñan en la salud, en la educación, en las comunicaciones, etc. tal vez sienten que son gente que flota por encima de los mortales comunes y corrientes. Claro que hay gente muy valiosa, como Caty, una dirigente telefonista que se quedó a dormir en el zócalo de Guadalajara en apoyo al SME. Lo mismo que Villareal y su esposa quienes son toda una institución en el sindicato telefonista de Jalisco.
Pero son granos de a libra y nada más, el grueso de la base sindical de los trabajadores de teléfonos son elitistas y reaccionarios.
La chaviza que se siente marginada por un sistema que les niega todo, se agrupa en la esquina, en el patio, en sitios estratégicos que hacen suyos.
Si estos chavos defendieran a la patria con la fiereza que defienden su cuadra y/o barrio, la liberación nacional ya estaba hecha.
Es cosa de canalizar todo ese coraje contra los enemigos de México que son los que les han negado a nuestra juventud, todo aquello a lo que tienen legítimo derecho: becas educativas, créditos para que inicien algún pequeño negocio, cooperativas de producción de consumo y/o de servicios
Por esas razones creo que la organización de la lucha debe partir desde donde viven los pobres y no de sus centros de trabajo. Esto es algo que he planteado desde hace tiempo, cuando vi que en Celanese los trabajadores tenían miedo a actuar pero en su colonia no.
Y eso es algo lógico y compresible porque de la colonia no los pueden correr y del trabajo sí. En la colonia se lucha directamente contra los efectos negativos del capitalismo: inseguridad, insalubridad, ignorancia, contaminación, injusticia, miseria, desempleo e injusticia. Es decir, contra la estructura misma del estado que permite esas iniquidades.
En cambio la lucha sindical pelea solamente contra una empresa o institución que no le da cumplimiento a un contrato colectivo de trabajo. O bien que no acepta nuevas condiciones de contratación.
Claro que la lucha de las colonias se llega a mediatizar cuando no se tiene un plan bien definido de acción que tienda finalmente a desarrollar la Dualidad del Poder.
Y de eso precisamente hablamos en este legajo, de eso trata este Hilo de Ariadna, aquí decimos, a nuestro modesto entender, el cómo lograr que el pueblo vea como su enemigo al estado que legitima latrocinios como los del petróleo, la fibra óptica, el Fobaproa, entre otros atracos que ha cometido contra la patria. Y también indicamos cómo demostrarle al pueblo que ese estado inicuo provoca alcoholismo, pobreza, ignorancia, mala atención a las y a los ancianos, a las madres solas, etc.
Pero demostrar y convencer no es suficiente, de ahí hay que pasar a acciones concretas que resuelvan problemas concretos.
No se trata nada más de ver que la colonia y/o barrio esté limpió o que el drenaje o que el alumbrado, eso es material y finalmente es secundario.
Es necesario estructurar un plan de rescate humanista antes que material. Si nos preocupamos primero por el aspecto humano, en seguida por consecuencia todos actuarán como un solo hombree para resolver los problemas materiales.
La gente de la colonia o barrio padece desempleo: hay que organizar proyectos productivos familiares y/o cooperativos.
Existe alcoholismo y drogadicción: hay que organizar actividades que alejen de los vicios a la comunidad, tanto adulta como juvenil: conferencias, los programas de empleo cooperativo y/o familiares ya mencionados. También albergues, reuniones barriales, bailes con concursos de canto, ajedrez, escuela de pintura barrial, grupo de teatro, compañía de títeres, cine club, etc. todo lo que contribuya a acercar a la comunidad entre sí. Que el chavo y la chava se sientan integrados y puedan ampliar sus relaciones y fortalecer su autoestima y su seguridad. Hacerle saber que cuentan con su colonia, como si fuera la extensión o la realidad de un hogar que tal vez no funcione.
En la cuadra, en la colonia y/o barrio, no hay capataces ni peligro de que los corran porque se organicen para luchar por sus necesidades y contra el mal gobierno
Hacer un censo de las y los enfermos y conformar brigadas de apoyo a quien necesite atención. Preocuparnos por quien vive en soledad y se refugia en su aislamiento. Y que el problema que tiene es la ausencia de un amor que le hace falta y lo mantiene en un estado de amargura permanente, la que disimula con mal humor o dentro de las adicciones. Apoyar a los que secretamente o abiertamente padecen problemas en su sexualidad, etc.
Los éxitos concretos de la organización civil del D.F. son una lección de que por ahí va el camino.
Si nos damos cuenta en la capital del país, proporcionalmente hablando, hay menos fechorías y horror delincuencial que en varios estados de la República
La organización pues, debe de partir del lugar donde vivimos, porque es allí donde finalmente confluyen todos nuestros esfuerzos. Es allí donde está nuestra familia, donde nuestros hijos juegan y donde se va forjando su carácter y voluntad.
La comunidad donde habitamos es el primer contacto que tenemos con el mundo, es donde pasamos más tiempo, pues el trabajo se lleva solamente 48 o 40 horas a la semana y el trasporte unas 12, así que tenemos que un burócrata o las personas que trabajan semana inglesa están fuera de su casa solamente 52 horas semanarias y el ciclo semanal tiene 168 horas. Y el que no tiene semana inglesa está 60 horas fuera de su barrio y 108 dentro de él.
Es por eso que necesitamos organizarnos desde la Colonia, Barrio y/o Comunidad conformado un programa amplio que enarbole muchos de los puntos programáticos que aquí señalamos.