Movimiento Patriótico de Liberación Nacional y de Defensa de la Patria.

En resumidas cuentas la idea es :organizar un Movimiento Nacional de rescate patriótico que cuente con un amplio programa que levante al pueblo y que contenga una propuesta de cómo organizar la nueva nación que surja de ahí.


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La democracia no consiste en la libertad de elegir amo, sino en la imposibilidad de que exista amo.

 La democracia no consiste en la libertad de elegir amo, sino en la imposibilidad de que exista amo.

A ciertos camaradas los hemos oído decir que no confían en alquien  por no ser socialista. En tema aparte vemos que eso de decir que eres socialista no determina que lo seas realmente. Nosotros hemos tenido varias experiencias de compañeros que se reclaman como tales y en la vida práctica son todo lo contrario.

No vamos revivir la vieja discusión socrática sobre la eficacia de la oligarquía o de la democracia, ni tampoco tiene caso citar las ideas de Tomás de Aquino al respecto, toda vez que dicha discusión está superada históricamente y la democracia se alza como la solución de soluciones para la sobrevivencia de los pueblos de la tierra.

 La democracia consiste en el empeño colectivo organizado y permanente, que busca de manera perenne  conseguir mejores condiciones de vida.

Es el escalar todos y a tiempo, los peldaños de la escalera que conducirá a la Utopía.

 Para afirmar lo que significa democracia es bueno recordar las palabras de  don Práxedis Guerrero: la democracia no consiste en la libertad de elegir amo, sino en la imposibilidad de que exista amo. Y para lograr esto debemos construir la estructura orgánica popular que nos permita eliminar a quien se pase de la raya ejercitando el poder público.

Es verdad que no puede haber una genuina democracia, mientras no la exista en la economía, en la educación,  en la salud, etc.

Un pueblo ignorante, pobre y enfermo vive enajenado. Esclavizado a sus necesidades cotidianas, entre las que figuran también sus pasiones que lo llegan hacer esclavo de ellas. Y recordemos que un esclavo de todas esas crueles realidades, no está capacitado para participar libremente y, si no es libre, entonces el voto deriva de un condicionamiento que anula toda expresión democrática.

Por eso la democracia es una acción recíproca y retroalimentativa, lo que hace de la democracia verbo y no sustantivo. Es acción, son hechos institucionales tangibles y no solamente buenos deseos.

Esto hace que la democracia no dependa de personalidades sino de estructuras orgánicas populares sólidas que le den sustento y una firme existencia evolutiva.

Porque así donde falle uno no fallará el otro y así de manera inter dinámica, se irán impulsando unos a otros para no dejar caer la soberanía que reside en el pueblo en manos de pillos ni gandules.

Así, para no errarle y terminar con esta temática, centrémonos en construir la Plena Democracia Republicana y eso comienza en el municipio. ¿Cómo? Reproduciendo íntegramente las instituciones republicanas en cada ayuntamiento de la nación.

 No puede existir la democracia cuando los votantes permanecen cautivos a partidos por costumbre, fanatismo o simplemente porque tienen miedo a diferir o a salir de un grupo con el que se sienten identificados


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Poder dual y Huelga Política de Masas

Poder dual y Huelga Política de Masas

Hace ya algunos años en los círculos de estudio organizados por dirigentes estudiantiles de la UNAM; y otros grupos de izquierda en el país, era común oír que deberíamos organizarnos para tomar el poder, refiriéndose a que nuestra tarea era tomarlo, no ganarlo, organizarlo y,  mucho menos construirlo o edificarlo. Se trataba pues, de arrebatarlo contra la voluntad de quien lo tenía.

Y así como es obvio que el que lo tiene no lo va a soltar a voluntad, también es un error considerar que tenemos que tomarlo necesariamente de manera violenta.

La verdad es que tanto la Guerrilla como las Elecciones, bajo la forma en que se presentan en México, son dos  extremos que sustituyen la voluntad popular organizada.

En realidad consideramos que la tarea de los verdaderos revolucionarios es la construcción de Poder Dual en cada municipio de la nación.

Es indudable que como efecto del conflicto que surgirá necesariamente entre el poder establecido del estado y el poder real que surja del poder dual popular; desembocará ineludiblemente en la consolidación del Poder Popular.

Es obvio que los “dirigentes” de la “Izquierda” no se deciden a luchar por ese Poder Dual,  porque no es computable en sus cobardes y burocráticos cerebros. Pero también porque la mayoría de estos no quieren renunciar a ocupar posiciones de poder, ya que aparte de reportarles pingües beneficios económicos, les levanta su ego.

La desventura de esta clase de “izquierdistas” es que al incrustarse en el aparato de dominación del estado, terminan por distanciarse de las verdaderas soluciones a los problemas del pueblo. Y es obvio que la lucha por construir el Poder Popular no les reportará ganancias, sino más bien pérdidas e infortunios a sus ambiciones personales. Por eso prefieren no perder el tiempo construyendo el poder del pueblo y dedican todo su esfuerzo a conseguir posiciones como: diputados, regidores, presidentes, etc.

Y como dirigentes de partidos se consagran al cochupo, a la componenda, a los arreglos, a las negociaciones y a toda clase de escapatorias, todo con tal de seguir usufructuando las dietas estatales.

Hay también los que simplemente se conforman con posiciones grises o, bien, militar dentro de sus respectivas organizaciones y partidos, esperando que algún día las cosas cambien y se produzca el milagro del cambio.

Es importante señalar que al resolvernos a construir el Poder Popular empezando por su antesala que es el poder dual, es evidente que nos enfrentaremos al estado y a toda su fuerza propagandística y represiva. Y que el medio de lucha por excelencia para vencerlo, es la Huelga Política de Masas.


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Necesitamos llevarle a la ciudadanía una oferta de lucha que los libere de la esclavitud de los créditos y de las trampas financieras del capital

 Necesitamos llevarle a la ciudadanía una oferta de lucha que los libere de la esclavitud de los créditos y de las trampas financieras del capital

No podemos ir con ofertas propias de la mercadotecnia. El asunto es más serio y se necesita un plan bien desarrollado en todos los renglones de la actividad humana.

Por lo pronto debemos hacer propuestas que estén vinculadas a su problemática más sentida: empleo, salarios, salud, seguridad, ecología, educación y justicia.

Debemos ser atentos observadores del sentir de la gente. No es lo mismo haber sido pobre, a serlo en estos momentos. Recordemos lo que decía Erasmo de Rotterdam, cuando menciona que si una mujer fuera capaz de retener con exactitud el dolor del parto, de tonta se dejaría nuevamente embarazar.

De la misma manera sucede con ciertos políticos que algún día fueron pobres. Sufren una amnesia increíble y ya no se acuerdan de lo que tuvieron que hacer para conseguir que comer. Por eso son crueles con sus subordinados (no olvidemos que los miserables se sienten menos miserables haciendo sentir a otros miserables más miserables). Por esa misma razón se alejan del pueblo al que inexplicablemente ya no entienden, siendo también ese el motivo por el que plantean  proyectos llenos de tonterías alejadas de la realidad del pobre, ese, que vive la miseria en vivo y a todo color y sin comerciales.

Esa forma de actuar de algunos “dirigentes” es lo que provoca que el pueblo no nos escuche y nos vea como a extraños. Por eso se precisa tener un proyecto que contemple las genuinas necesidades de la población.

En este caso están las victimas del agio y de la usura de empresas muebleras convertidas en bancos por obra y gracia de los gobiernos.

Necesitamos ofrecerles a estos compatriotas alternativas de organización para presionar al poder legislativo para que cambie las leyes que solamente favorecen a los usureros.

Es preciso que cada Comité Patriótico de Liberación Nacional y de Defensa de la Patria que se organice en cada colonia, barrio y/o comunidad  haga un padrón de los damnificados por esas compañías financieras rapaces. Y así lograr una unión de usuarios y víctimas de la usura y realizar de manera multitudinaria huelgas de pagos y exigir los cambios legislativos pertinentes que conduzcan a terminar con tanto abuso de Elektra, Muebles América, Famsa, Coppel, y toda clase de bancos y prestamistas.


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Organizar a las y a los trabajadores desde sus centros de trabajo es un error.

 centros de trabajo

Organizar a las y a los trabajadores desde sus centros de trabajo es un error. Debido a las circunstancias, lo actual es ir a sus colonias

En la actualidad si vas a la zona industrial de Guadalajara a repartir cualquier clase de propaganda aunque no sea de contenido político y obrerista, inmediatamente llegan los guardias estatales y municipales a detenerte.

Es prácticamente imposible pararte afuera de una fábrica a lanzarles un discurso y volantear, aparte de que los serviles pro-empresariales y los de seguridad detectan a quien reciba la propaganda.  Por ese motivo los trabajadores te ven y siguen de largo sin escucharte.

Y si te metes de obrero y empiezas a organizar alguna protesta, luego, luego te llaman a personal y te despiden, sobre todo ahora que existen las contrataciones temporales. Algo que es legal bajo la nueva legislación laboral.

La verdad es que las empresas lograron lo que querían con esas leyes anti-obreras: contratarte hoy y despedirte mañana si se les antoja.

Y en cuanto a los sindicatos poderosos como los del IMSS, PEMEX, Telmex, Sindicatos Universitarios, magisteriales, etc. su lucha ha quedado circunscrita a lo suyo. Sinceramente no existe en su mentalidad desarrollar un movimiento sindicalista que tienda a liberar a la Nación y mucho menos tienen en mente construir un estado obrero. Tampoco van a constituir los soviets ni dada que se les parezca, aunque lo voten en rabiosas asambleas. (No olvidemos que los obreros organizaron los soviets de Ivánovo, San Petersburgo, Moscú etc.).

Sí, en el discurso algunos de sus líderes hablan de lucha de clases, de burguesía, de proletariado,  de patriotismo, de anticapitalismo, etc. pero en la práctica sus agremiados son elitistas, indolentes y no le entran a nada. La verdad es que son sólo algunos muy conscientes los que participan en la lucha verdaderamente revolucionaria, patriótica y antiimperialista.

Se da el caso también en que ciertos de sus líderes que tienen un discurso rojo, nunca los vemos en las acciones que no sean las de su gremio. O en actividades concertadas con otros sindicatos.

Pero de salir a la calle a conformar un amplio movimiento social, de eso nada. Si lo hicieran ya habrían tumbado a Peña Nieto .

Hasta hace pocos años el sindicato del magisterio aglutinaba a más de medio millón de sindicados (ahora rebasan el millón). Esto hace que si contara cuando menos con un 1% de profes decididos a insurreccionar el país, ya lo habrían conseguido, pues imaginémonos lo que es ese uno por ciento, es decir, 5 mil maestros en posición de combate contra el capitalismo depredador.

Eso significa un promedio de 200 agitadores por estado y con recursos, pues el sector democrático del sindicato se las arreglaría para que tuvieran goce de sueldo.

Y eso es algo que resulta de caricatura, muchos maestros son muy combativos y socialistas pero cobran en el gobierno. Ya los quisiera ver como al que esto escribe, caminando por las calles de ciudades mochas y retrógradas como León o Guadalajara, exponiéndose a golpes e insultos de gente que ve a los comunistas como vomito de Satanás. Sin dinero, sin sueldo, sin seguridad médica, comiendo de las monedas que dan por nuestra Hoja del Pueblo, cantidad que jamás alcanza para hacer una nueva edición. Y que si sale nuevamente, es porque existen personas solidarias que no dudan en apoyarnos con algo de papel.

Yo lo que veo cuando asisto a su mítines, es que pelean por salarios, prestaciones, plazas, privilegios pues, pero nada más para ellos. Y escuetamente plantean alguna demanda que beneficie  a los niños.

Nos involucran en sus tomas de carreteras, calles y plazas, haciéndonos huelguistas a la fuerza, pero no nos dejan intervenir en sus decisiones. Eso es algo completamente injusto. La ciudadanía y sobre todo los padres, abuelos y/o tutores de los educandos tenemos, exigimos el derecho de participar en sus asambleas con los mismos derechos, ya que somos desde el momento que cierran las escuelas y entorpecen nuestras actividades, parte de su movimiento.  (Hace tiempo permitieron la intervención de los padres de familia, pero pronto recularon en esa medida).

Y muy combativos pero no plantean nada para detener los secuestros infantiles, ni hablan del cooperativismo. No proponen nada para combatir la inseguridad pública ni se comprometen a ser parte de un plan de seguridad civil. No convocan al pueblo para exigir que el precio de la gasolina y del gas de consumo popular baje de precio. No plantean nada para liquidar el consumo de alcohol ni las otras drogas ilegales, será porque entre muchos de ellos prolifera la drogadicción del alcohol. No tienen  propuesta  sobre cómo liberar a la ciencia y a la tecnología. No hay propuesta para rescatar a la patria de las intenciones anexionistas que se perfilan con el ASPAN. No proponen nada para frenar a los financieros y usureros ni para ajustarle cuentas a los delincuentes del Fobaproa. No hay nada acerca del respeto irrestricto al 5º constitucional. No hay nada para combatir los problemas de salud física y mental de la población. No hay nada para defender nuestra soberanía. No hay propuesta sobre cómo combatir los abusos policiacos y sobre el papel anticonstitucional que está desempeñando del ejército. Qué plantean sobre la República y el Estado. Sobre El Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Sobre el Federalismo y el Municipio. Sobre el desarrollo Urbano. Ecología. Agua. Vivienda. Infraestructura. Obra Civil y Desastres Naturales, Comunicaciones, Caminos y Transportes… Cero, no tiene nada, pero si nos involucran en sus plantones. Quieren el apoyo popular pero ellos no apoyan al pueblo, no tienen propuesta para el pueblo.                                                                                                                                                                                                                                                                                                             

Hace tiempo celebramos en Zacapu la jornada contra Calderón y en apoyo al SME y convoco el sindicato de los maestros. El caso es que nada más asistieron unos 30, siendo que en esa región escolar es posible que haya más de mil profesoras y profesores. Simplemente les vale, ellos están ocupados en pelear más plazas, conseguir más horas, en pagar la letra de su carro, etc. Y estoy hablando de una de las secciones sindicales del magisterio más combativas del país, así que ya se podrán imaginar lo elitistas que son los mítines de los trabajadores del IMSS o de la SSA en Guadalajara.

Lo que pasa es que en esos sindicatos existe una actitud gremialista, son personas que sienten que pertenecen a otro mundo por la labor que desempeñan en la salud, en la educación, en las comunicaciones, etc. tal vez sienten que son gente que flota por encima de los mortales comunes y corrientes. Claro que hay gente muy valiosa, como Caty, una dirigente telefonista que se quedó a dormir en el zócalo de Guadalajara en apoyo al SME. Lo mismo que Villareal y su esposa quienes son toda una institución en el sindicato telefonista de Jalisco.

Pero son granos de a libra y nada más, el grueso de la base sindical de los trabajadores de teléfonos son elitistas y reaccionarios.

La chaviza que se siente marginada por un sistema que les niega todo, se agrupa en la esquina, en el patio, en sitios estratégicos que hacen suyos.

Si estos chavos defendieran a la patria con la fiereza que defienden su cuadra y/o barrio, la liberación nacional ya estaba hecha.

Es cosa de canalizar todo ese coraje contra los enemigos de México que son los que les han negado a nuestra juventud, todo aquello a lo que tienen legítimo derecho: becas educativas, créditos para que inicien algún pequeño negocio, cooperativas de producción de consumo y/o de servicios

Por esas razones creo que la organización de la lucha debe partir desde donde viven los pobres y no de sus centros de trabajo. Esto es algo que he planteado desde hace tiempo, cuando vi que en Celanese los trabajadores tenían miedo a actuar pero en su colonia no.

Y eso es algo lógico y compresible porque de la colonia no los pueden correr y del trabajo sí. En la colonia se lucha directamente contra los efectos negativos del capitalismo: inseguridad, insalubridad, ignorancia, contaminación, injusticia, miseria, desempleo e injusticia. Es decir, contra la estructura misma del estado que permite esas iniquidades.

En cambio la lucha sindical pelea solamente contra una empresa o institución que no le da cumplimiento a un contrato colectivo de trabajo. O bien que no acepta nuevas condiciones de contratación.

Claro que la lucha de las colonias se llega a mediatizar cuando no se tiene un plan bien definido de acción que tienda finalmente a desarrollar la Dualidad del Poder.

Y de eso precisamente hablamos en este legajo, de eso trata este Hilo de Ariadna, aquí decimos, a nuestro modesto entender,  el  cómo lograr que el pueblo vea como su enemigo al estado que legitima latrocinios como los del petróleo, la fibra óptica, el Fobaproa,  entre otros atracos que ha cometido contra la patria. Y también indicamos cómo demostrarle al pueblo que ese estado inicuo provoca alcoholismo, pobreza, ignorancia, mala atención a las y a los ancianos, a las madres solas, etc.

Pero demostrar y convencer no es suficiente, de ahí hay que pasar a acciones concretas que resuelvan problemas concretos.

No se trata nada más de ver que la colonia y/o barrio esté limpió o que el drenaje o que el alumbrado, eso es material y finalmente es secundario.

Es necesario estructurar un plan de rescate humanista antes que material. Si nos preocupamos primero por el aspecto humano, en seguida por consecuencia todos actuarán como un solo hombree para resolver los problemas materiales.

La gente de la colonia o barrio padece desempleo: hay que organizar proyectos productivos   familiares y/o cooperativos.

Existe alcoholismo y drogadicción: hay que organizar actividades que alejen de los vicios a la comunidad, tanto adulta como juvenil: conferencias, los programas de empleo cooperativo y/o familiares ya mencionados. También albergues, reuniones barriales, bailes con concursos de canto, ajedrez, escuela de pintura barrial, grupo de teatro, compañía de títeres, cine club, etc. todo lo que contribuya a acercar a la comunidad entre sí. Que el chavo y la chava se sientan integrados y puedan ampliar sus relaciones y fortalecer su autoestima y su seguridad. Hacerle  saber que cuentan con su colonia, como si fuera la extensión o la realidad de un hogar que tal vez no funcione.

En la cuadra, en la colonia y/o barrio, no hay capataces ni peligro de que los corran porque se organicen para luchar por sus necesidades y contra el mal gobierno

Hacer un censo de las y los enfermos y conformar brigadas de apoyo a quien necesite atención. Preocuparnos por quien vive en soledad y se refugia en su aislamiento. Y que el problema que tiene es la ausencia de un amor que le hace falta y lo mantiene en un estado de amargura permanente, la que disimula con mal humor o dentro de las adicciones. Apoyar a los que secretamente o abiertamente padecen problemas en su sexualidad, etc.

Los éxitos concretos de la organización civil del D.F. son una   lección de que por ahí va el camino.

Si nos damos cuenta en la capital del país, proporcionalmente hablando, hay menos fechorías y horror delincuencial que en varios estados de la República

La organización pues, debe de partir del lugar donde vivimos, porque es allí donde finalmente confluyen todos nuestros esfuerzos. Es allí donde está nuestra familia, donde nuestros hijos juegan y donde se va forjando su carácter y voluntad.

La comunidad donde habitamos es el primer contacto que tenemos con el mundo, es donde pasamos más tiempo, pues el trabajo se lleva solamente 48 o 40 horas a la semana y el trasporte unas 12, así que tenemos que un burócrata o las personas que trabajan semana inglesa están fuera de su casa solamente 52 horas semanarias y el ciclo semanal tiene 168 horas. Y el que no tiene semana inglesa está 60 horas fuera de su barrio y 108 dentro de él.

Es por eso que necesitamos organizarnos desde la Colonia, Barrio y/o Comunidad conformado un programa amplio que enarbole muchos de los puntos programáticos que aquí señalamos.


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Iguala

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Los verdaderos culpables de los crímenes de Iguala, son los miembr@s de la oligarquía: los propietarios de los autobuses, de la hotelería transnacional de Acapulco, de las cadenas comerciales, de los mega-comerciantes del oro, etc. las que tienen, que no quepa la menor duda, dinero del narco; es por eso que los partidos y las y los diputados deben exigir que desaparezca el secreto accionario, que se abran los libros contables a escudriño popular y del congreso, es decir que desaparezcan las sociedades anónimas.
Es un hecho que esta oligarquía, por aquello de la imposición de la ideología de clase dominante, sembró un ambiente de odio irracional contra los normalistas, porque según ellos, son la causa de que sus negocios pierdan dinero y no crezcan.
Estas personas de negocios menores no comprenden que no crecen porque llegaron al reparto de manera tardía. Y que por más que pataleen y le hagan la lucha: los Slim, los Azcárraga, los Bailleres, etc. no les permitirán entrar a su exclusivo círculo económico. Y mucho menos lo aceptarán los oligarcas imperialistas.
Así pues, lo verdaderos culpables están ahí, en los poderosos círculos económicos nacionales y extranjeros, los que son una misma cosa.
Es preciso entender que la destitución de Aguirre no resuelve nada, así pongan al Arcángel de san Gabriel de gobernador de Guerrero o a san Pedro de presidente municipal de Iguala. Lo que no significa que sigan ahí esos gandules, no, claro que no, esos criminales deben salir de allí y ser sometidos a juicio y encarcelados, pero hay que ir más adelante, o sea: que su destitución y encarcelamiento no se convierta en una cortina de humo para que los verdaderos responsables sigan operando, esos que son los que mueven a esos títeres.
Mientras el 8 de octubre le mentamos un millón de veces la madre a los criminales, incluyendo a Peña, los que lo pusieron en el poder: OXXO, Soriana, Banamex, etc. etc. siguieron recibiendo chorros de dinero, incluso de las filas que nos manifestamos ese día, siguieron saliendo las llamadas de Telcel (propiedad de Slim) y muchos siguieron comprando en los comercios de la oligarquía, yo vi a varios ir a comprar su café al Seven.
Es decir, combatimos al gobierno pero dejamos intactas sus fuentes de ingresos. Cuando lo conducente, a mi juicio, es discutir una estrategia para que esos miles de manifestantes (incluyéndome a mí), conformemos brigadas para estructurar una respuesta cívica viril a los jefes de los jefes de los asesinos.
Los maestros de Acapulco tomaron Bancos y hubo quien dijo ¿y los bancos que tiene que ver? Esta gente no entiende que los bancos son los últimos responsables, ya que el dinero del narco no se mueve en maletas ni lo traen en el bolsillo ni descansa en los colchones, sino que circula a través de transacciones bancarias y depósitos de estos criminales.
Son cantidades millonarias de dólares, los que no cabrían en una habitación amontonados y bien apretaditos.
Y tampoco van a estar en el banco quietas, sino que ese dinero finalmente no va a reforzar al campesino, al tianguista, ni al tendero, etc. no, desde luego que no, sino que va a fortalecer las finanzas de las megaempresas mencionadas.
Así tenemos de este modo, que los sicarios al servicio de esos capitales derivados del narcotráfico, al trasladarse ese dinero ilícito a los negocios lícitos, operan como guardias de esas empresas, como operaron antiguamente las guardias blancas.
Ahí está el caso de Aquila y de otros sitios, donde los delincuentes están al servicio de las mineras.
Por eso la presencia de sicarios del crimen organizado, defendiendo los intereses de sus patrones, al perseguir a los jóvenes que tomaron prestados autobuses de empresas de la oligarquía, como es Costa Line, Estrella de Oro y de Castro Tours.
La verdad es que hoy, hasta los negocios menos sospechados, tienen dinero del narcotráfico y de la delincuencia, la que se dedica a más de 22 actividades ilícitas; lo que incluye el secuestro y el tráfico de órganos vitales de infantes.
En una conferencia en la que participe en las instalaciones del Hotel Sheraton en Guadalajara, acuse directamente que hasta los muros de esa negociación estaban narcotizados.
¿Y quién se beneficia con todo este caos? Adivinaron: las transnacionales y su mancuerna que es el imperialismo, que ahora no solamente es norteamericano, sino también europeo, los que pretenden un Nuevo Orden Económico Internacional.
Ellos no confían en las antiguas y tradicionales policías municipales, por eso exigen la policía de mando único y por esa razón la llenaron de sicarios del crimen organizado (la verdad es que los que están por la policía nacional centralizada son traidores conscientes o inconscientes a la patria).
El plan de la integración militar y policiaca de México a los E. U. viene desde la Junta Interamericana de Defensa. Instituto que desde tiempos de la guerra fría (cuando existía la URSS) promovió la Incorporación Militar de América Latina con la nación yanqui. Es el mismo plan de Donald Rumsfeld y que continúa Obama.

Y es obvio que todo ese propósito militar y policiaco, del que forma parte el Plan México norteamericano, conocido aquí como Plan Mérida, no es ajeno a los planes integradores internacionales de la mundialización económica de la Comisión Trilateral, que es la representante mundial de las empresas supranacionales.
Si vemos con claridad, el crimen organizado sirve, en última instancia, como cabeza de playa imperialista para garantizar la esclavitud de nuestro pueblo, infundiendo terror e inseguridad, al mismo tiempo que es un plan desestabilizador para justificar la intervención extranjera en nuestros asuntos de seguridad nacional. Esto les permitirá a las súper empresas tener bajo control cualquier descontento que pudiera surgir contra ellas. De ahí que estén desindustrializando tranquilamente en sus naciones la industria secundaria y trayendo esas industrias y capitales acá (la industria secundaria es la de las factorías y la primaria es la producción de materia prima).

Pero para que todo eso les funcione bien y sin sobresaltos, necesitan un resguardo militar y policiaco que les garantice seguridad a sus capitales, sobre todo ahora que vendrán las inversiones petroleras. De ahí la necesidad de una policía centralizada y de un ejército subordinado a los intereses del gran capital. Sin faltar, claro está, las bases militares yanquis como es en Colombia y que ya empezaron con una en Puebla.

Por eso en el asunto de Iguala como en muchos otros, es necesario no confundir al enemigo con los títeres del enemigo, hacerlo, nos condenará a seguir siendo sus rehenes.
Esta es una gran jornada y se trata de la defensa de nuestra patria, del patrimonio nacional. Por eso se impone organizar en cada rincón de nuestro territorio los Comités de Defensa Patrióticos y de Liberación Nacional, ya que mientras no nos sacudamos el dominio que ejercen sobre nuestra nación las supranacionales, seguirán los crímenes y la desestabilización nacional.

Pineda


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No se trata de tomar el poder, sino de construirlo.

En realidad nunca comprendimos plenamente que no se trataba de tomar el poder, sino de construirlo

Esto también lo tocamos en el interior de este volumen, solamente añadiremos que a nosotros se nos remachó tanto ese eslogan (el de tomar el poder), que lo repetíamos en todas partes sin razonar detenidamente en lo que estábamos diciendo.

Al tiempo comprendimos que lo que se toma no es precisamente con el consentimiento de quien lo da o lo tiene, en cambio lo que se construye es en base a acuerdos, partiendo de que construir el poder del pueblo no es tarea de uno solo, sino del consenso de un buen sector de la población, más puntualmente… de la mayoría.

A la vieja guardia nos educaron con un criterio de conspiración anacrónico, de que éramos un grupo de seleccionados que teníamos la misión de liberar al pueblo, aunque este ni nos conociera.

Se creía que el pueblo quería la revolución pero que no se daba cuenta o que tenía miedo y que solo esperaba que alguien prendiera la chispa y que de inmediato las multitudes saldrían a la calle a apoyar nuestra insurrección.

Llegamos a pensar que el pueblo estaba listo y solícito a escuchar nuestras arengas y por eso llegamos a plantear las brigadas de agitación armadas.

Como cuando repartíamos propaganda del movimiento estudiantil del 68, nos perseguía la policía, pensábamos que la burguesía tenía miedo que los obreros leyeran nuestros llamados, pero que leyéndolos inmediatamente se nos iban a unir.

Por eso nuestra idea era que al llegar a un parque, unos repartieran propaganda exhortando al levantamiento y otros hablando, mientras unos más vigilaban con las metralletas en la mano, listas para repeler cualquier ataque de la policía. (Imagínense la matazón de inocentes si se hubiera llevado a cabo tal idea)

Poco estábamos enterados de que la mayoría no lee y que si se nos unieron en el 68 fue porque muchos eran nuestros familiares y compartían la misma indignación que nosotros, y que otros más se nos unían por su alta conciencia cívico-política y también por su condición de explotados que ya no aguantaban más la “prosperidad” priísta.

La verdad es que esa gran multitud no tenía intenciones de ir al socialismo ni de derrocar al gobierno con un plan definido, simplemente era coraje popular y ya, pero que seguramente al darse cuenta de que se trataba de edificar una nueva nación se hubieran confundido y no pocos nos habrían  abandonado.

Claro que con una cantidad de gente así y, con un proyecto claro, derrocamos al gobierno y edificamos un nuevo país pero nuestro pliego petitorio honestamente era bastante limitado. La realidad es que éramos un número insignificante frente a los millones que respaldaban al PRI.

Es posible que nuestra mayor manifestación haya concentrado más de 500 mil almas en un tiempo en que la ciudad de México tendría unos 8 millones de habitantes, es decir, recibimos el apoyo de menos del 6 % de la población.

Y eso es mucho, pero no hubo la fuerza organizada entre el pueblo, el PC no tenía influencia ni con sus familiares, eran una minoría de unas 2 mil personas, en su mayoría  divorciadas de las luchas de base populares y estudiantiles. Tenían alguna relación con sindicatos, pero enfrascados en demandas exclusivas de ellos.  Tan es verdad lo que afirmo que los grupos de izquierda estudiantiles de todos los matices nunca plantearon una propuesta que hablara de nuestras necesidades.

Los estudiantes pagábamos 35, 40 o 50 centavos de pasaje igual que cualquier persona y nunca fueron capaces de enarbolar una lucha para que nos cobraran cuando menos la mitad.

Nunca exigieron atención médica estudiantil con medicinas, ni tampoco derecho a albergues. Tampoco se planteó un derecho a tener acceso a libros a un precio razonable ni bibliotecas suficientes, a decir verdad el pliego petitorio del 68 nada tenía que ver con los estudiantes y sus familias llenas de necesidades económicas y sociales.

Lo que en realidad nos movilizó, fue la furia acumulada contra la prepotencia del gobierno. La policía era peor que ahora, no podías ni mirarlos, a cualquier contestación o cosa que les disgustara, así eran las mondas que te ponían. Sí, así sigue siendo,  pero ahora le miden más el agua a los camotes. Ya hay cuando menos esa caricatura que se denomina Derechos Humanos, que si bien es cierto que para nada sirve, si llega a ser de vez en cuando, un freno para los jenízaros. Aparte de asociaciones de derechos humanos que si han sido efectivas como la “Padre Agustín Pro”, las que fundo el padre Orbelín en Guerrero, etc.

La policía federal y estatal es criminal cuando de operativos anti pueblo se trata. Pero así a lo corto, esos que son la guardia común y cotidiana, junto con los patrulleros de barrio, ya no se animan a hacer lo que hacían en ese tiempo de franca dictadura del PRI.

Ahora utilizan a los federales para atacar lo que han sido francas insurrecciones civiles como la de Atenco y otras más, pero al barrio, a los estudiantes y al pueblo en general, los policías tradicionales le tienen miedo y antes no. Por eso quieren policía centralizada y de elite, no confían en las municipales para controlar a la población.

A decir verdad, los estudiantes encarnamos en la gesta del 68, toda la indignación popular acumulada durante décadas: de engaños, de corrupción y de atropellos priístas.

Así pues, con la mentalidad impuesta por las condiciones imperantes, fue por lo que siempre consideramos que se trataba de tomar el poder a la brava y de ninguna manera construirlo.

La plena democracia republicana municipal, no está en los campos de la ideología, sino en los del idealismo.

La cual, no por no darse a los niveles de la perfección, no significa que no pueda escalarse real y objetivamente.

Ahora al paso del tiempo y con los progresos que hay en todos los niveles, nos damos cuenta que asaltarlo con un puñado de valientes, es simplemente imposible. Siendo lo de hoy por hoy: construirlo desde el seno de los barrios, sin descartar las escuelas y los centros de trabajo hasta donde sea posible.


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Necesitamos ser generadores de movimientos que partan de un proyecto y dejar de hacerle al apoya-apoya

Esto es algo que manejamos en algunos tópicos de este legajo, pero es necesario hacer hincapié que no está bien seguir de apoya-apoya de cualquier movimiento que se presente porque eso nos desvía del objetivo que es y debe ser siempre: la Construcción del Poder Popular.

 Veamos por ejemplo:

Surge una lucha en una colonia porque el gobierno o una empresa privada quieren hacer una obra que perjudica la seguridad, los intereses, el hábitat, etc. de sus residentes.  Entonces se arma al trifulca y ahí vamos luego, luego a dar el apoyo aunque no nos llamen.

Nos aceptan, les da gusto que vayamos a apoyar, pero permanecemos al margen de la dirección, toda vez que esa les corresponde a los colonos.

Es más, a la hora de negociar nos ignoran las autoridades, porque para ellos somos unos intrusos agitadores.

Y las cosas terminan en una negociación sin trascendencia revolucionaria, es decir, en acuerdos que no irán más allá de: indemnizaciones, dinero e, incluso, chambas para quienes hayan destacado como líderes.

El gobierno resolverá mal o bien el problema, pero no quedará edificada estructura alguna de lucha popular ni la manera de que de ahí se trascienda a niveles más elevados de insurgencia cívica.

Y eso es natural, toda vez que no podemos pedirle peras al olmo. Son gente sencilla y relativamente estable, que solamente lo que pretende es arreglar su problema y listo.

A ellos no les interesa una revolución social ni económica. La verdad es que exclusivamente buscan vivir con una pasable tranquilidad y eso es todo. Y si actuaron se debe, a que fueron a tocarles ese mediano sosiego y por eso se enfurecieron, pero a la hora de ofrecerles alternativas dentro de los marcos aceptables para ellos y sus familias, simplemente negociaron. Y de revolución, de Poder Popular de eso nada, porque ni lo entienden, ni les interesa.

 La mejor forma de solidaridad con los movimientos populares nacionales y extranjeros es la construcción del Poder Popular.

 Entendámoslo bien, el cambio de estructuras es algo que solamente está en las mentes de dirigentes con un nivel teórico político más elevado.

Por eso no podemos apostarle a las luchas coyunturales y circunstanciales, eso es perder el tiempo.

Nuestra tarea camaradas, es crear los movimientos desde abajo con un plan bien dirigido hacia objetivos superiores. Lo que significa construir el Poder Popular.

Es en ese sentido que se debe entender la conspiración, es decir, en planes que converjan hacia la insurrección popular. Y no en querer sustituir al pueblo en esa misión.

La cosa debe ser tal, en que terminemos siendo instrumentos del pueblo y no en que el pueblo termine siendo instrumento de nosotros.

Nuestro cometido es el de desempeñar el papel de agentes enzimáticos, ya que  solamente tenemos la tarea de acelerar la maduración cívico-política de las masas.

Algo que tenemos que tener presente todo el tiempo si no queremos ser después dictadores y, por lo tanto, destructores de nuestra propia obra.

 Cuando apoyamos al SME recientemente, nos dimos cuenta de las limitaciones de los obreros que compusieron las brigadas que han visitado nuestros pueblos, al menos yo observé muy restringidos a los que fueron a Morelia y a Zacapu. Más bien ellos fueron a aprender y no a enseñarnos nada.

Por eso no debemos distraernos y fijarnos objetivos precisos que sean capaces de generar movilizaciones que desemboquen en auténticas estructuras que sean el preámbulo del Poder Dual, es decir, del Poder Popular.

Teniendo cuidado evidentemente, en no caer en demandas de lo más atrasado, ya que esas derivan de las ideas súper impuestas por la ideología de la clase dominante. Es bueno tener siempre presente que debemos ser alumnos del pueblo antes que pretender ser sus maestros. Aprendiendo de él lo más avanzado.

 Luchar por la igualación en los precios del pasaje del transporte urbano con los del Distrito Federal, es aparentemente una demanda economicista sin trascendencia. Pero si la desarrollamos, veremos que la población se une y que de ahí puede surgir un frente amplio de defensa popular. Sin hacer de lado que un programa así, debe contemplar la ampliación y vigilancia en el cumplimiento de las indemnizaciones por accidentes y una mayor profesionalización de los operarios, a quienes hay que sumar por demandas de mejoras saláriales y de prestaciones para que desempeñen con más civilidad su trabajo.

Asimismo, se debe enarbolar una lucha por mejorar la atención hacia la Salud Pública: exigiendo buen cuidado, junto con suficiente y mejor medicina en los centros médicos del gobierno, derecho consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en nuestra Carta Magna.

Necesitamos también construir un Comité Patriótico de Liberación Nacional y de Defensa de la Patria en cada colonia, barrio y/o comunidad, etc. cuya tarea será, entre otras, exigir la defensa de nuestro petróleo, gas natural y otros recursos nacionales.

Debemos organizar en cada uno de estos lugares, el Comité de Damnificados por la Usura, sea de prestamistas o de compañías como Elektra, Famsa, Muebles América, Coppel, Crédito Familiar, etc.

Igualmente tenemos que emprender una seria lucha contra el desempleo, organizando en cada municipio el Movimiento Cooperativista Municipal. Con lo que atacaremos también problemas de consumo y de servicios.

Los jóvenes deben ser uno de nuestros principales objetivos en la conformación de este movimiento cooperativista.

Es necesario del mismo modo, reclamar espacios nuevos para comerciar y sitios en los mercados ya existentes en nuestros municipios para quien los necesite; haciendo que se respete plenamente el 5º constitucional.

Tenemos que gestionar ante el gobierno créditos para la gente que los requiera, con fines de trabajo y producción.

 El día que tengamos un Comité Patriótico de Liberación Nacional y de Defensa de la Patria construido en cada Colonia, Barrio y/o Comunidad de todos los municipios de México… el pueblo y la patria serán invencibles.

Esa es la tarea, lo demás… es hacerle al cuento.

 Estas y otras tareas son las que tenemos que arrancar desde el principio, nosotros, y no esperar que el pueblo, así a secas, las arranque sin tener objetivos de superación histórica, es decir, de crecer como Poder Dual.

Nuestro objetivo debe ser que cada triunfo vaya agrupando más y más gente, bajo la idea de conformar finalmente el Poder Popular.

 Si nos seguimos dedicando nada más a apoyar la lucha de moda o del momento, jamás llegaremos a organizar al pueblo en disposición de combate y de éxito, para de allí partir a nuevas ofensivas que logren hacerlo dueño de su porvenir.

  La raíz más profunda de la democracia reside en el barrio


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Entendámoslo bien: “Si los enajenados flotaran no se vería el sol”

COMPRA DE VOTO

Esa es la realidad de nuestro país, y es innegable que se trata del resultado del capitalismo consumista y depredador. No olvidemos que el capitalismo en esta fase ha generado millones de personas apáticas. Gente atrapada en el consumismo, en las deudas, presos de sus tarjetas de crédito y de mueblerías como Elektra, Muebles América, Famsa, Coppel, etc.

La mayoría vive la fantasía de Soriana, de Aurrera, Chedraui, etc. comprar, comprar y comprar.

Y los que quisieran luchar se exponen a dejar de pagar la letra del carro o de dejar de juntar para los 15 años de su querida hija. Y no se van a exponer a dejar de cumplir sus más caros anhelos y sueños para los que han sido programados por un sistema enajenante.

Tampoco se van a exponer a que los embarguen, a que los corran de su casa, a que los echen por no pagar la renta, etc.

La realidad es que la mayoría vive con miedo, le tiene pavor a la miseria, sin darse cuenta que ya están inmersos en ella; porque un auto viejo, una T.V. de colores, una casa de tabla roca, etc. les crea la ilusión de que viven más o menos bien.

No tienen tiempo para ellos, no tienen tiempo para amar de verdad, para jugar con sus hijos, no tienen tiempo para nada, pero si lo tienen para trabajar y trabajar como burros para pagar las deudas.

Pero si no lo hacen así, peor sería, por eso cuando escuchan de lucha, de participar en política, hacen caso omiso porque identifican a los que los exhortan como gente que no tiene que hacer o bien como agitadores, agregando epítetos como vividores, comunistas, ateos, parásitos, etc. que les quieren quitar a sus hijos, sus casas y empleos.

Oyen al patrón decir que si gana la izquierda ellos se llevan su fábrica o negocio a otra parte. Y entonces no quieren oírnos. No quieren dialogar con nosotros y, por lo tanto, no van a votar por el partido del que les hablan mal los patrones, el cura, la televisión, la prensa, etc.

Por otro lado, el régimen imperante en nuestro país ha creado una masa de enajenados y de indolentes, su característica como buena expresión del sistema capitalista, ha sido la despolitización masiva como producto de la burocratización que establece una distancia omnímoda entre la gente común y sus gobernantes, los que son más inabordables que un rey de la edad media.

Otro motivo de esa enajenación deriva del complejo mundo tecnologizado, el que en medio de una creciente población ha provocado la falta de contacto entre la ciudadanía. Los vecinos no se conocen, ni siquiera saben quién vive atrás de su casa. La gente no se saluda y todos desconfían  de todos. Todo mundo está entregado a sus broncas, a su quehacer diario para conseguir la satisfacción de sus necesidades reales; pero sobre todo, se dedican a luchar por satisfacer las súper impuestas por un medio enajenante publicitario que nos ha hecho esclavos del consumo.

Y es axiomático que el no ser seres libres, hace que no participemos en política ni nos interesen los asuntos comunitarios.

Tampoco debemos dejar de lado que la ciencia y la supuesta “razón” “lógica” y de “sentido común” suele imponerse a las mayorías por los de arriba. Terminando esos preciosos recursos humanos por estar ideologizados desde el momento que pierden su objetividad por estar al servicio de un sistema depredador.

De ahí que una de nuestras más importantes tareas sea liberar a la razón y a la ciencia de la esclavitud egoísta y privada a la que se encuentran sometidas.

Tenemos que comprender que la oligarquía nacional y mundial no solamente nos ha secuestrado la riqueza material, sino que también nos raptaron los sentimientos y el conocimiento.

Es preciso comprender que no podemos confiar en la sensatez de la sapiencia vertida por las instituciones derivadas de la iniquidad y convencernos que solamente podremos confiar en el saber como instrumento de liberación cuando este, esté en manos del pueblo organizado.

Todas esas “bellezas” son la causa por la que el estado y su beneficiarios se han eternizado en el poder y sigue vigente el desorden institucionalizado.

Si observamos la política ha ido decreciendo en el interés de la mayoría conforme ha pasado el tiempo. Entre más atrasada es la sociedad encontramos mayor preocupación por el ser humano en torno a los asuntos de su comunidad.

Si no lo aceptamos así, sería bueno conocer lo que informa Tucídides en torno a la inquietud y participación política del griego común de la Atenas legendaria. Causa que motivó su progreso, él que aún ahora sorprende, después de casi tres mil años. Eso nos dará cuenta de lo que logra un pueblo interesado en la cosa pública (política).

Nuestra tarea es ardua pero no imposible, pueblo hay, y gente politizada entre ese mundo de enajenación también la hay. Lo que falta es audacia de quienes se reclaman como dirigentes políticos.

Es cierto que la mayor parte de personas cubren sus pasiones y necesidades de realización con el futbol, las cheves, la tele, la promiscuidad sexual, etc. etc. etc.  mas lo importante es que las genuinas necesidades están ahí, en su vida real, solamente que han sido desviadas hacia ese mundo enajenante para beneplácito del capital.

Y allí está el meollo del asunto. Es a nosotros a quien nos toca sacar esas pasiones y esas verdaderas necesidades a flote. Demostrarle a la gente que los están explotando, que los tienen atontados y enajenados. Y que es necesario luchar para hacernos dueños de nuestro destino.

 Necesitamos llevarle a la ciudadanía una oferta de lucha que los libere de la esclavitud de los créditos y de las trampas financieras del capital

No podemos ir con ofertas propias de la mercadotecnia. El asunto es más serio y se necesita un plan bien desarrollado en todos los renglones de la actividad humana.

Por lo pronto debemos hacer propuestas que estén vinculadas a su problemática más sentida: empleo, salarios, salud, seguridad, ecología, educación y justicia.

Debemos ser atentos observadores del sentir de la gente. No es lo mismo haber sido pobre, a serlo en estos momentos. Recordemos lo que decía Erasmo de Rotterdam, cuando menciona que si una mujer fuera capaz de retener con exactitud el dolor del parto, de tonta se dejaría nuevamente embarazar.

De la misma manera sucede con ciertos políticos que algún día fueron pobres. Sufren una amnesia increíble y ya no se acuerdan de lo que tuvieron que hacer para conseguir que comer. Por eso son crueles con sus subordinados (no olvidemos que los miserables se sienten menos miserables haciendo sentir a otros miserables más miserables). Por esa misma razón se alejan del pueblo al que inexplicablemente ya no entienden, siendo también ese el motivo por el que plantean  proyectos llenos de tonterías alejadas de la realidad del pobre, ese, que vive la miseria en vivo y a todo color y sin comerciales.

Esa forma de actuar de algunos “dirigentes” es lo que provoca que el pueblo no nos escuche y nos vea como a extraños. Por eso se precisa tener un proyecto que contemple las genuinas necesidades de la población.

En este caso están las victimas del agio y de la usura de empresas muebleras convertidas en bancos por obra y gracia de los gobiernos.

Necesitamos ofrecerles a estos compatriotas alternativas de organización para presionar al poder legislativo para que cambie las leyes que solamente favorecen a los usureros.

Es preciso que cada Comité Patriótico de Liberación Nacional y de Defensa de la Patria que se organice en cada colonia, barrio y/o comunidad  haga un padrón de los damnificados por esas compañías financieras rapaces. Y así lograr una unión de usuarios y víctimas de la usura y realizar de manera multitudinaria huelgas de pagos y exigir los cambios legislativos pertinentes que conduzcan a terminar con tanto abuso de Elektra, Muebles América, Famsa, Coppel, y toda clase de bancos y prestamistas.