Movimiento Patriótico de Liberación Nacional y de Defensa de la Patria.

En resumidas cuentas la idea es :organizar un Movimiento Nacional de rescate patriótico que cuente con un amplio programa que levante al pueblo y que contenga una propuesta de cómo organizar la nueva nación que surja de ahí.

El cambio que requiere México, necesita un plan bien estructurado, no improvisaciones ni manejos instintivos

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Una insurrección debe contar con un plan bien definido, una dirección correcta y, sobre todo, un después de dicha insurrección, es decir, qué se va a hacer una vez que se haya liquidado a ese gobierno espurio.

Debe contar con un plan económico, de reformas legislativas, de salud, de comercio, etc. y si bien es definitivamente imposible abarcarlo todo, tenemos que contar con gente capaz de tener propuestas para resolver los distintos problemas de la patria.

Hay quien sostiene que la humanidad para funcionar bien debe imitar la vida de las abejas y/o de las hormigas.

Quien así piensa no ha reflexionado que estos insectos no proyectan antes de edificar, no planean antes de realizar, no discuten antes de ejecutar. Estrictamente obedecen y obedecen. Que simplemente actúan por un instinto derivado de un código genético específico y sus funciones son heredadas y transmitidas generación tras generación sin cambiar en nada sus actividades.

Este tipo de conducta hace que las abejas sigan produciendo miel de la misma manera desde tiempos inmemorables.

Si contaran con escuelas, institutos, universidades, etc. seguramente ya no tendrían que hacer el mismo arduo trabajo para producir y, mediante el aprendizaje y nuevas ideas se dedicarían a contemplar como las maquinas trabajarían para ellas. Y esa es la diferencia fundamental entre los seres humanos y esas colonias de insectos.

El hombre y la mujer inteligente piensan antes de actuar. Planean y proyectan. Dibujan primero en su pensamiento, trazan, consultan, discuten, comparan y, después de mucho razonar, se lanzan a la ejecución del proyecto que salió de su mente, del estudio y de la discusión.

Ese es uno de los principales factores que ha determinado la evolución humana. Si no fuera así, no saldríamos aún de las cavernas.

Hitler y Stalin cada quien a su modo, pretendían hacer de la humanidad un tremendo hormiguero humano. Idea que comparten ciertos conductistas- asociacionistas-funcionalistas de la escuela de John B. Watson y Burrhus Skinner, entre otros. Este pensamiento tiene sustento también en el Darwinismo social y en los trabajos de los fisiólogos rusos: Iván Pavlov y Becherev.  Para esta corriente el comportamiento humano es una cadena de estímulos-respuestas que pueden ser medidos y, por lo tanto, perfectamente controlados.

Sosteniendo por tanto, que el género humano puede ser manejado por el gobierno como una borregada sin voluntad y sin libertad, suprimiendo definitivamente el hermoso valor de la individualidad.

Esta pesadilla que se liga además a la eugenesia sigue en vigor y ha estado presente en diversos proyectos de estados totalitarios.

Así pues, un movimiento triunfador al llegar a ser gobierno no puede darse el lujo de improvisar. Pues esa práctica improvisatoria es la que le ha dado históricamente al traste a varios intentos revolucionarios.

Es necesario entender que cuando no se tiene un plan bien preconcebido de dirección, se suele caer en repetir la costumbre y someterse protocolos ya establecidos por gobiernos antipopulares anteriores.

Se necesita un plan sobre vivienda popular, un plan general de Salud física y Salud Mental, de educación popular, de combate al desempleo, de combate al suicidio, de atención a las personas con discapacidad, del problema de los combustibles populares, de atención a la niñez y su protección de abusos y tráfico de infantes; de una propuesta para proteger a la familia, a la mujer, sobre los estudiantes y sus necesidades, de la juventud, sobre la banca, sobre la usura de las mueblerías y el agio en general; sobre la Industria, sobre Política Tributaria, El Campo, El Mar y nuestras millas marinas su ampliación y explotación, sobre Turismo, sobre la deuda exterior e interior, Comercio Interno, Producción y Distribución de Alimentos Básicos, Comercio Ambulante y Tianguistas, Comercio exterior e inversión extranjera, Sobre el Trabajo, el Salario, el Desempleo y las Cooperativas, Seguridad social, Ciencia, Tecnología, PEMEX, Energía, Derechos Humanos, Derechos cívico-políticos, sobre la República y el Estado, sobre el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, sobre el Federalismo y el Municipio, sobre la Soberanía y Seguridad Nacional, sobre Política Exterior, sobre la delincuencia organizada, Sobre la guerrilla, Sobre nuestras fuerzas armadas, Sobre seguridad pública, Desarrollo Urbano, Asentamientos humanos, Ecología, Agua, Infraestructura, Obra Civil y Desastres Naturales, Comunicaciones, caminos y transportes, sobre una política para combatir el alcoholismo y el tabaquismo, sobre el narcotráfico y cómo extinguirlo, sobre los estragos de la drogadicción y las terapias y otras alternativas de recuperación; sobre ciertos comportamientos extravagantes de la juventud: Satanismo y Vampirismo, sobre sus Actos delictivos y antisociales como el Pandillerismo; sobre su música y su proclividad hacia la Filosofía del Mal, etc. Sobre el Graffiti, los Patinetos, los Motocicletos, los Cicletos, los Surferos, los arrancones, el Piercing, el Tatuaje, etc. sobre La sexualidad humana, sobre el problema de la prostitución, sobre una política para combatir las Enfermedades de Transmisión Sexual ETS, sobre la homosexualidad y cambio de sexo, etc. etc. etc.

La verdad es que sobre la mayoría de eso tópicos, simplemente no hay nada, en ningún organismo político existente.

Y que no se diga que el pueblo va elaborar su programa, eso es negar esa verdad histórica  que indica que la gente por si solos, solamente llegarán siempre a posiciones tradeunionistas, es decir, a posiciones conciliadoras y mediatizantes. La verdad es que hace falta el papel enzimático (concepto biológico) de una vanguardia bolchevique-revolucionaria de nuevo tipo. La que acelerará el proceso revolucionario. Es como decía Mao: “Ser alumnos del pueblo antes que maestros” aprender de él pero jamás renunciar a la tarea vanguardista.

El pueblo así, sin dirección revolucionaria, siempre será fácilmente manipulado por sus enemigos, los resultados están a la vista con Peña Nieto.

Es preciso comprender que dirigir el destino de una nación no es cosa sencilla que puede resumirse en un panfleto. Es necesario comprender de la imperiosa necesidad de contar con un pueblo organizado, el cual a través de lo mejor de su ciudadanía: exprese, proponga, plantee y luche denodadamente sin darle cuartel a la infamia.

La extensa responsabilidad a la que nos referimos, es por la amplia gama de quehaceres que hay que desarrollar, los que deberán realizarse con la más profunda responsabilidad y patriotismo. Encargos que deben ser depositados en cuadros populares, porque confiarlos exclusivamente en personal formado por una educación enraizada y programada por el pragmatismo burgués incrustado en institutos y universidades, siempre será un riesgo que nos impedirá escalar los peldaños que nos conduzcan a la utopía.

Teniendo en cuenta también, que no solamente debemos prepararnos para administrar, sino para dirigir desde abajo a quien administre.

Es necesario para tal proeza, recomendar y delegar tareas de investigación en todas las áreas legislativas, económicas, de salud, educativas, administrativas, etc. a los distintos elementos que converjamos en esta jornada histórica.

Necesitamos propuestas correctivas, de mejoramiento y alternativas, según sea el caso, para cada ley y reglamento. Toda vez que no es suficiente reformar la carta matriz constitucional, sino que debemos tener claridad sobre lo que debe enmendarse en cada uno de estos estatutos y ordenanzas, porque si no lo hacemos así, nada cambiara en las relaciones cotidianas de la sociedad y entonces se seguirá reproduciendo la iniquidad y no habrá progreso histórico.

Nada ganamos que arriba cambien algunas cosas, si abajo todo sigue igual y en manos de personas negligentes, apáticas y sin patriotismo, es decir, formadas por los enemigos del pueblo. Todo merece una respuesta propositiva y de superación.

Necesitamos revisar, proponer y publicar masivamente todas nuestras propuestas. La tarea no termina con bajar al gobierno, empieza al bajarlo. Nuestro verdadero trabajo consiste en elaborar una Propuesta de Nación a corto y a largo plazo. Una idea que penetre en la conciencia popular y que una vez que el pueblo la haya hecho suya, desde sus propias filas las haga cumplir.

Son cientos de Leyes, Códigos, Estatutos y Reglamentos que necesitan ser revisados y renovados, siendo que algunos, francamente deben ser anulados.

Es una realidad que si se pretende un trascendental cambio de gobierno, se tienen que cambiar toda esa serie de legislaciones derivadas de nuestra vida constitucional, ya que son las que norman (más mal que bien) la existencia cotidiana del pueblo de México. Aparte de ser menester eliminar algunas, es necesario crear otras nuevas que por la naturaleza corrupta del sistema no fue posible que se implantaran.

Es axiomático que no se pueden esperar cambios sin normas mínimas que los permitan. Es un asunto de convivencia en un conglomerado humano de más de 112 millones de habitantes.

No es posible esperar un verdadero progreso, si se continúa la vida diaria sin que exista una renovada serie de normaciones que nos permitan ir cambiando la coexistencia cotidiana. Pautas que irán generando cambios de actitud en la población en su quehacer ordinario. Pues es un hecho que de continuar todo igual abajo: nada cambiará verdaderamente arriba.

Una vez organizados masivamente en los Comités Patrióticos de Liberación Nacional y de Defensa de la Patria en cada rincón del suelo patrio, podremos, junto con todas las fuerzas democráticas y progresistas de México, plantearnos con seriedad la creación de una nueva República y de un Nuevo Constituyente.

Pretender cambios sin un proyecto bien delimitado, es simplemente inadmisible.

Autor: Eduardo

Un Mexicano que ve como hunden su pais.

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